Tuve una visón.
Me ví volviendome tan dependiente de ti qué te asustaba.
Te ví alejarte cruelmente de mi. No por tu bien, sí no por el mío.
Me ví revolcarme del dolor por el piso cual adicto sin su dosis.
Te vi dudar. Ví enternecerse con tristeza tu corazón.
Me ví buscandote en cada rincón de mis recuerdos. Me ví llegar a la locura.
Te ví no ceder.
Te ví entendiendo mi inminente perdición.
Te ví darte por vencido en tu inutil intento de rescate.
No lograrías ayudarme, mucho menos salvarme.
No en la manera en la que yo quería, en la que yo necesitaba. No así.
Me ví rota, adolorida y más enamorada que nunca.
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