miércoles, 2 de octubre de 2019

Perdidas y adiciones

He adquirido nuevos miedos. Me tranquiliza un poco saber que éstos son "racionales" pero eso no evita que sean de los peores que he sentido. Peores que el miedo que le tenía a la soledad, incluso peor al miedo que me tenía a mi misma, a mi oscuridad.
El primero llegó ése 19 de septiembre. Y siendo plenamente consciente de la ligereza de mi vida y aceptando el (horrible/aburrido/afortunado, a ojos de mi madre ) hecho de que estoy condenada y destinada a vivir sólo como espectadora de las acciones en su mayoría de las ocasiones. Sé que ése día fue mucho peor de lo que yo pude experimentar y no pienso ni quiero comparar mi situación. Ahora sé que no lo deseo. 

El segundo viene entrelazado, mejor dicho reforzándo. Porque creo que no terminé de entender el primero hasta que llegó el segundo.
Mi casa está en un segundo y tercer piso, sobre extraños cimientos. Suele cimbrar por diversas y cotidianas situaciones. 

Por qué cada vez que sentía un movimiento brusco en mis pies, mi estómago se hacía pequeño? Por qué sentía una fuerte punzada en mi cabeza que duraba sólo segundos? Por qué no me sentía tranquila hasta hacer un recuento mental de dónde estaba cada uno de mis gatos? (No me mal intérpreten, pero mi familia si sabe cómo actuar, los gatos no).

No entendía hasta que la punzada en mi cabeza no duró segundos, sí no un lapso de tiempo que aún no defino entre corto o largo, pues fue amboz. Pero sobre todo, fue doloroso. Tanto, que mi hipocresía aún no me ha dejado sufrirlo cómo merezco. El 24 de febrero. Con un fuerte recordatorio del 6 al 15 de septiembre.

A dónde van? Dice mi papá que a él le da paz concebir la idea de que ya están "en un lugarlugar mejor". Es de lo único que he escuchado, a mi mamá hablando de las cosas que mi abuelo le ha contado, es tan fácil de creer, tan bonito. Yo también lo deceo. Deseo con todas mis fuerzas que mi abuelita haya encontrado a mi tío y que estén juntos esperando a los demás. De verdad deseo que todo eso en lo que cree mi familia esté ahí, esperandolos. Espero que algún día mi papá vuelva a ver a su mamá.

De verdad deseo con toda mi vida que vayan a ése lugar en el que yo no se creer.